Qué hacer en Ronda en dos días

Pasar un fin de semana en Ronda es uno de esos planes que no deben faltar en el calendario oficial de nuestras vacaciones. Aunque hay miles de cosas que ver en Ronda, dos días son suficientes para adentrarse en sus callejuelas, conocer las curiosidades de su historia, probar los platos típicos de la zona y conseguir las mejores fotos de la ciudad del Tajo. Te proponemos este itinerario con esos lugares de visita obligatoria.

PRIMER DÍA en Ronda

Comienza tu recorrido por el paseo Blas Infante. Muy cerca se ubica la Oficina de Turismo de Ronda donde conseguir un mapa para seguir el itinerario. Disfruta del camino hasta llegar a la zona ajardinada de la Alameda del Tajo y prepara la cámara de tu móvil para uno de los puntos panorámicos más famosos de la ciudad, el Balcón del Coño. Su altura te puede cortar la respiración o arrancarte la expresión que le da nombre 😉

Si ya has sacado tus mejores fotos y antes de llegar al Tajo, haz una parada en la Plaza de Toros de Ronda. No sólo es conocida por ser una de las más antiguas de España, también por la celebración de La Goyesca y por su museo taurino. Si lo tuyo es la tauromaquia, realiza una visita con audioguía. Como curiosidad, el actor Orson Welles y el escritor Ernest Hemingway asistieron a cientos de corridas que se celebraron en esta plaza hasta la muerte de ambos. Ahora puedes visitarla durante todo el año,  excepto los días de celebración de la Feria de Pedro Romero en septiembre.

Continúa hacia la Plaza de España y quédate embobado con las vistas en el Paseo de Kazunori Yamahuchi. Desde ese momento, despeja la mente y prepárate para ver uno de los lugares más increíbles de Andalucía, el Tajo. Se trata de una formación natural que se creó hace unos cinco mil millones de años por el efecto de la erosión del agua. Ahora es uno de los lugares más visitados de España. Sobre él reposa el Puente Nuevo, que se construyó de forma definitiva entre los años 1751 y 1793. Además de contemplar el vuelo de las aves rapaces que anidan en su garganta de cien metros de profundidad, también puedes tener otra perspectiva de él cruzando al otro lado por el puente Viejo.

Seguramente dedicarás un buen rato a contemplar esta maravilla de la naturaleza. Antes de hacer una parada para llenar el estómago y vivir Ronda a través de sus sabores, desvía tus pasos hacia el mirador de los Viajeros Románticos en calle Arminán, 17. Allí leerás algunas de las frases  sobre la ciudad fruto de la inspiración de poetas como Edmun Boissiere o Richard Ford. Durante los siglos XVIII y XIX muchos de ellos decidieron visitar el municipio atraídos por el exotismo del sur de Europa. ¡Aquí no puede faltar un selfie para el álbum de fotos!

Ahora sí. El apetito apremia y hay que reponer fuerzas. Puedes hacerlo en nuestro restaurante Abades Ronda. Te ofrecemos un delicado equilibrio de la alta gastronomía, tradición de los productos de Ronda y unas vistas que hacen que no quieras que termine la sobremesa. Prueba, por ejemplo, el  Requesón de Ronda con Sopa de Frutos Rojos Helado de Miel y Pan Crujiente o la Milhoja de Foie con Queso de Cabra y Manzana Caramelizada. Si te apetece terraceo, elige nuestra Terraza Mirador. Sin palabras. Y si quieres un ambiente más íntimo, la planta alta o baja de La Casa. Lo que elijas te dejará satisfecho.

Después de saborear la tarta de manzana casera, retoma el itinerario. Aún queda mucho que ver en esta jornada de turismo en Ronda. Dando un paseíto llegas hasta la Casa del Moro. Tienes hasta las 18.00 horas para entrar a uno de los lugares de referencia de la ciudad. Se trata de un palacio del siglo XVIII de origen árabe. No es visitable, pero sí sus jardines de inspiración francesa encargo de la Duquesa de Parcent y la mina de captación del agua que nace del rio Guadalevín.

Otra de las huellas de la presencia árabe son precisamente los Baños Árabes. Están en la antigua judería y también se pueden visitar, aunque los fines de semana sólo abren hasta las 15.00 horas. Lo curioso es que conservan muy bien su estructura. Quizás por los muchos años que permanecieron sepultados hasta su recuperación hacia 1935.

Toma un buen cafelito en algunos de los rinconcitos amables que ofrece la ciudad y vete de compras. La mejor opción es la popular calle de la Bolsa. Aunque todos los rondeños la conocen por este nombre, en realidad la calle se denomina Carrera Espinel, en honor a un escritor y sacerdote de la localidad.

SEGUNDO DÍA en Ronda

Como buen enclave histórico, si haces turismo en Ronda los monumentos no cesan. Puedes empezar el día en la Iglesia Santa María La Mayor. ¿Te gusta el arte y la arquitectura? Entonces te interesará saber que tiene detalles góticos en sus naves, un toque renacentista en el coro de madera de dos pisos o elementos barrocos como el retablo de la Virgen del Mayor Dolor.

Muy cerca queda la Plaza Duquesa de Parcent. Si haces turismo en Ronda debes saber quién fue la Duquesa de Parcent. Nació en Málaga y fue la creadora de la Sociedad Española de los Amigos del Arte, además de ser una de las primeras mujeres en ocupar un escaño en el Congreso español. En sus viviendas en Ronda coleccionó una gran variedad de piezas de arte. En la Plaza Duquesa de Parcent se ubican unos bonitos jardines  y el Ayuntamiento.

No tendrás que alejarte mucho para llegar a la siguiente parada, el Palacio de Mondragón o Palacio del Marqués de Villasierra. No te pierdas el precioso artesonado mudéjar del salón Noble del palacio. Se considera el museo municipal de la ciudad y los martes la visita es gratuita a partir de las 15.00 para los ciudadanos de la Unión Europea.

Recomendamos terminar el viaje a unos 20 kilómetros del centro de la ciudad, pero antes… ¿un poco más de historia? Si has echado en falta algún museo más en nuestro recorrido, puedes quitarte el gusanillo en el Museo del Bandolero. Hay documentación, vestuario, utensilios, etc. Puedes terminar estos dos días de turismo en Ronda en el yacimiento arqueológico de Acinipo. Son unas ruinas de una antigua ciudad romana en la que destaca el teatro y los restos de edificaciones como viviendas o pórticos.

¡Sí, la lista de cosas y lugares que ver en Ronda es interminable! Si quieres ver más, tendrás que repetir el viaje… Merece la pena.